martes, diciembre 20, 2005

Impotencia

Reconozco que me ha costado años reconocerme. Me he mirado al espejo y mientras todos me señalaban sólo veía el espectro de un lumpen. Mi camino transitado ha sido de minusválido sobre rocas. Con las rodillas gastadas, me inicié en la búsqueda de algo que callara a mi conciencia -en deuda- por haberme abandonado. No quiero estimaciones, intimaciones ni rechazos. Soy neblina, no pretendo ver la luz. Prefiero despreciarme en ella. En las vías rotas, hoy carece de hoy y la vida muere de siesta. Los zapatos de este lugar no tienen mi horma. Pavimento roto, no de crujiente calor, sino de impotencia ante tanto (tanto) estatismo. Creo en hormas expectantes, en la mucosidad de los incautos, en el texto de vida perdurable. Asumo mi condición de no pertenecer. Ansío poder irme a ninguna parte.
Rose

1 Comments:

Blogger Unknown said...

M. R.: Bienvenida a nuestro arenal en donde sopla siempre un viento árido, fuerte.

11:41 a. m.  

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